12.9.08

¡No me toques la mano, que me duele la rodilla!

Publicado por Elizalde

Iba a empezar diciendo que me siento poco inspirado para tener ideas, pero admítanmelo: ¿Qué más cotidiano, qué más médico, qué más incomprendido que el dolor? Y hay tanto para decir que siempre tendría miedo de quedarme corto con la exposición, pero vamos a lo básico.

El dolor es una de esas tantas cosas que nos permiten sobrevivir y es lo que en principio debería evitarnos conductas destructivas. ¿Por qué sentimos el dolor físico? Contestar eso es tan simple como decir "porque podemos"; quiero decir, tenemos la capacidad, tenemos receptores para sentir que algo podría andar mal. Tales receptores están por todos lados: la piel, las mucosas (revestimiento de la boca, nariz, ojos, y muchos otros órganos) y las vísceras; lo que sienten no es simplemente que se le está produciendo un daño a algún tejido (porque ya de poco serviría) sino que existe algo que podría producir un daño, que tiene el potencial para hacerlo. Las formas en que ese daño se puede producir son varias y todos las conocemos: tracciones, pinchazos, temperaturas extremas, químicos, etc. Y les digo más, la luz por los ojos y el sonido por los oidos pueden producir dolor y sus respectivos mecanismos de defensa.
Básicamente lo que hacen los receptores de dolor es decir "Upa, hay algo acá que puede hacernos mal, mejor se lo digo al jefe" y, efectivamente, a través de los nervios mandan esa información a varios lugares del sistema nervioso central. En un primer momento (porque está más cerca, claro) esa información llega a la médula espinal (en la columna vertebral), que es la que inmediatamente dice "¡No seas tarado y sacá la mano de ahí!"; pero esa información sigue viajando y llega hasta el cerebro donde avisa a otros sistemas (muscular, emocional, de memoria, etc.) lo mismo que le dijo a la médula. La respuesta, sin embargo, es bastante más compleja: implica principalmente activar los músculos del cuello para llevar la mirada hacia el lugar donde se produjo el dolor para saber qué lo causó (cuál fue la noxa). Y algo bastante interesante: para cuando llegó la vista, seguramente ya vamos a haber sacado la mano o lo que fuere de la noxa, pero la vista no va a la primera sino a la segunda porque existe un retardo en la llegada de la información al cerebro que hace que se mire a la posición inicial del cuerpo (y un ratito después recién se ve a la parte del cuerpo afectada para ver qué daños se produjeron). Éste es un sistema bastante ingenioso: imagínense que tienen un tigre con hambre al lado y para empezar con su festín les tira un zarpazo; al cuerpo no le interesa ver cuál fue el daño, sino ver qué lo produjo para poder producir primero el escape.
Cuando se produce un daño en un tejido pasan muchas cosas que terminan en la inflamación de la zona. Una de sus consecuencias es la sensibilización de muchos otros receptores de dolor de esa zona, haciendo que un estímulo que en principio debería ser inócuo (como el simple tacto) produzca dolor; si les interesa, eso se llama "allodinia", y el objetivo es precisamente que no se siga afectando de ninguna manera el daño que ya se causó. Ya les dije que la información cuando llega al cerebro pasa por lugares que tienen que ver con las emociones, y eso produce una sensibilización ahora psicológica, que a veces puede terminar en depresión.
Otra cosa interesante es el dolor irradiado, que es aquel que sentimos en alguna parte del cuerpo aunque realmente sea otra la afectada, como el famoso dolor en el brazo izquierdo cuando hay un problema cardíaco. Esto es porque (¡ténganme paciencia!) cuando las neuronas ("1") llegan a la médula le pasan la información a otra neurona ("2") que la lleva para el cerebro, y hay veces que más de una neurona 1 de distintas partes del cuerpo contactan con una única neurona 2. Supongamos que esas neuronas 1 son a la vez "1a" para el corazón y "1b" para el brazo; el cerebro va a estar acostumbrado (porque lleva toda la vida siendo así) a que cuando la neurona 2 le dice que su territorio está doliendo, es porque el brazo está doliendo. Pero de pronto la que ahora envía el dolor es "1a"; obviamente por costumbre el cerebro va a pensar "Claro, fue esta paparula de la 1b que no para de meterse en quilombos" y va a sentir que le duele el brazo. Si se siente también dolor en el pecho es porque ese dolor tiene otras formas de llegar al cerebro.

Para terminar les digo que así como existe una respuesta de dolor, también existe una de analgesia (no dolor, alivio) porque se liberan algunas hormonas (como la tan conocida endorfina) que lo que hacen es decir "Pará, flaco, todo bien con que te duela, pero dejame vivir". Por otro lado a veces hay estímulos dolorosos que producen placer, como le pasa a algunos atletas con el ácido láctico (eso que hace que duela después de hacer ejercicio).

1 comentario:

Anónimo dijo...

tremendos doc ambos che =)